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Cómo hacer un CV perfecto (con ejemplos)

Cómo hacer un CV currículum perfecto
El currículum vitae es, a todas luces, el documento que dará mayor relevancia a nuestra formación y constituirá la puerta de acceso a una exitosa vida profesional. A continuación planteamos las ideas clave para confeccionar el CV ideal.

Para muchos, la redacción de un currículo constituye una tarea titánica de la que carecen de las herramientas necesarias para su redacción. Puede ocurrir que nos preguntemos qué tipo de información deberíamos insertar en nuestra presentación, o tal vez incluso cuánta debemos volcar en esa base de datos laboral y personal.

Cómo hacer un CV currículum perfecto

Quizás hayamos leído al respecto y no sepamos cribar cuál es el mejor currículo o el formato adecuado para cada oferta laboral. Además, en ocasiones nos planteamos erróneamente que este documento debemos redactarlo una única vez y que tendrá validez para todas las áreas que queremos abarcar o todas las etapas de nuestra vida profesional.

O, sencillamente, ni siquiera sepamos en qué consiste exactamente un CV o la importancia no solo de su contenido sino la forma en que lo exponemos. Sin duda, lo que bien está bien parece, por lo que el formato elegido será de vital importancia para hacerlo destacar sobre los redactados por otros posibles candidatos.

De entrada debemos puntualizar que el envío masivo de currículums sin un objetivo fijo o una causa determinada es un error. La redacción de este escrito no es sencilla porque conlleva la recopilación de la información interesante y relevante para un puesto determinado al que queremos optar.

Pero vayamos por partes. Puede ocurrir que el concepto que hemos asumido sobre un currículum no sea el adecuado, así que veamos, inicialmente, en qué consiste este singular compendio de información.

¿Qué es un currículum vitae?

El currículum vítae, currículum o currículum es un concepto derivado de la locución latina curriculum vitae, que significa “carrera de la vida”. En este texto se estructuran y resumen las capacidades de un candidato a un puesto de trabajo, junto con su formación, experiencia laboral previa si existiese, habilidades y datos personales.

De la mano de la carta de presentación, este documento pretende aglutinar la información precisa y relevante para ser analizada en un proceso de selección de personal indirecto o en una entrevista personal.

Representado por la abreviatura CV, surge en relación al término cursus honorum empleado para designar la trayectoria profesional de los magistrados romanos. Actualmente, el currículo presenta un formato más completo siendo una suerte de miscelánea que arroja datos laborales, personales, formativos, etc.

Se ha consolidado como condición sine qua non para optar a un puesto en una empresa, por lo que su configuración requiere de unas pautas determinadas para facilitar la comprensión de los datos y despertar el interés de las personas encargadas de la selección de personal.

Si bien existen tres tipos de currículums, una característica común a todos ellos es la simplificación de la totalidad de los datos que arrojará una imagen real de las capacidades del solicitante.

De este modo, tanto el currículo cronológico, cuya información laboral se ordena de pasado a presente; como el currículo inverso, en el que se da prioridad al último registro laboral; pasando por el currículo temático, que aglutina los datos por bloques de materias, todos ellos deben incluir determinados apartados imprescindibles que veremos a continuación.

Este resumen profesional, tanto si nuestra carrera está comenzando como si lleva activa varios años, debe tener una longitud aproximada de una página, pudiendo completarse hasta dos folios si se trata de circunstancias específicas en las que se requiere un mayor volcado de información.

Con el fin de resultar aptos para un puesto, debemos matizar qué tipo de trabajos hemos realizado o estamos realizando, así como las responsabilidades inherentes al cargo y las habilidades que poseemos, tanto a nivel personal como adquiridas y desarrolladas en dicho puesto. Se trata de valores activos que nos harán resultar más atractivos laboralmente.

Concretar nuestras habilidades en un único documento puede resultar tedioso e incluso complejo, ya que debemos tener presente que los contratadores apenas dedicarán unos segundos a echarle un vistazo para descartar a aquellas personas cuyo perfil no sea coincidente con el puesto.

Pese a esto, no debemos desanimarnos ni redactar un currículum de cualquier manera, ya que con la información necesaria podremos presentar un gran currículum que cause el interés necesario a los gestores de contratación.

Desde luego, optar por la vía sencilla nunca es una solución acertada. Quizás pensemos que para evitar equivocarnos en la confección de nuestro currículum o por mera desgana podemos optar a un puesto de trabajo presentando el perfil que configuramos en plataformas profesionales como LinkedIn.

No. Esta no es una opción viable. Si bien parece que los currículums han cambiado tanto con el paso de los años que busquemos resultar innovadores o utilizar el mismo recurso para cualquier oferta laboral, es un hecho que los seleccionadores de personal aún quieren recepcionar estos documentos para hacerse una imagen de los candidatos.

Optar por las plataformas de información desnaturalizará tus capacidades y habilidades, haciéndote perder tu marca personal y aumentando las posibilidades de ser rechazado, de entrada, incluso por una plataforma informática de selección.

El currículo nos permite adaptar la información sobre nuestras capacidades a cada oferta concreta, lo que sin duda sumará puntos a nuestra candidatura, en detrimento de la perspectiva amplia que arroja nuestro perfil en aplicaciones como la mencionada LinkedIn.

Queda claro, por lo tanto, que el currículo continúa siendo un elemento clave y fundamental para la selección de personal, por lo que debemos emplear el tiempo necesario en su configuración. Merecerá la pena.

Nuestro objetivo prioritario es llamar la atención y entregar a los seleccionadores un documento atractivo tanto por su imagen como por su contenido que salte a la vista sobre los demás. Recuerda que la primera impresión suele ser la que cuenta y lo que quieres es que la tuya sea inmejorable.

Para saber qué contenido incluir debemos tener claro qué es lo que buscan las empresas entre nuestros datos. Veamos qué puntos son imprescindibles en nuestra hoja de ruta profesional.

¿Qué contenido buscan los seleccionadores?

Hay tres aspectos básicos que constituyen la piedra piramidal de nuestro resumen laboral. ¿Qué has hecho? ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué resultados has obtenido?

Pensemos que lo importante no es volcar datos incongruentes adornados con una verborrea técnica. De nada vale nuestro mensaje si no logramos hacérselo entender al reclutador. Lo que quiere un seleccionador de personal es ver en ti aquello que va a ser óptimo para la empresa y que le resulta rentable.

Si recurrimos a adornos, redundancias y contenido vacío no haremos que nuestro currículum sea accesible para los encargados de recursos humanos y dinamitaremos puentes de conexión que nos permitirían acceder al puesto ofertado.

Para las empresas y organizaciones debemos simbolizar un valor activo, evidenciar qué responsabilidades somos capaces de soportar y manejar y en qué haremos que la empresa mejore sustancialmente.

¿Cómo se escribe un currículum?

Escribir un currículum no solo se trata de estructurar información, sino de hacerlo en función al puesto requerido y evitando aquellos aspectos que harán que pueda ser descartado en una selección rápida inicial.

De ahí que su formato, estilo, etc. no sea estrictamente lo fundamental a la hora de comenzar a dar forma e una hoja en blanco. Hay que tener en cuenta una serie de consideraciones al respecto.

14 sugerencias para la redacción de tu currículo

Ten en cuenta las siguientes sugerencias antes de redactar tu currículo de manera que optimices tu patrimonio formativo y laboral:

1. Sintetiza la información para hacerla fácil y asequible. Un seleccionador no invertirá más de un minuto en un breve vistazo inicial para descartar aquello que no le resulta interesante.

2. Incluye una frase o un título, a mayores de tu nombre, que genere interés de cara a ese puesto determinado que quieres conseguir. Puedes ensalzar tu mayor virtud en el desarrollo de ese tipo de trabajo.

3. Resalta tu nombre y apellidos con letra un poco más grande que los títulos y el texto de tu documento. Es importante que la información de este dato personal sea completa. Ningún gerente de contratación seleccionará a “PEPE”, por ejemplo, para el puesto de encargado de departamento.

4. Los datos personales deben ser los fundamentales para ser localizado. No es necesario incluir nombre de la calle y número, por ejemplo. Básicamente debemos ceñirnos a nuestro nombre, teléfono y dirección de correo electrónico.

5. De entrada, la edad puede ser un elemento de criba por lo que lo mejor es no ponerla en el currículo. Un buen perfil profesional hará que tengamos más posibilidades a ser llamados a una entrevista profesional y la edad pasará a un segundo plano. Se trata de evitar ponernos más barreras de las que ya existen.

6. No es necesario enterrar a nadie bajo una montaña de información profesional. Los últimos registros laborales serán suficiente o, en caso de ofertas de trabajo diferentes, aquellos puestos cuyo perfil se adaptan mejor al nuevo cargo que queremos ocupar.

7. Los términos “amable”, “trabajador”, “don de gentes” se han quedado completamente obsoletos. Las habilidades que buscan los reclutadores en la actualidad son proactividad, lealtad, responsabilidad y honestidad. Sé original en los términos que elijes.

8. El texto debe redactarse desde un prisma de acción. Se trata de organizar trabajos, implementar medidas exitosas, desarrollar ideas pro-activas empresarialmente, crear nuevas gestiones laborales o liderar rutinas y equipos. Mostrarse en positivo dará una imagen activa e interesada en la empresa y en ser un elemento enriquecedor.

9. Nuestros logros profesionales son nuestra mejor tarjeta de presentación. No olvides cuantificarlos pecando de falsa modestia. Estás optando a un puesto de trabajo y lo que se busca es visibilizar tu potencial.

10. Si tu perfil profesional incluye estudios superiores carece de sentido incluir formación primaria o secundaria. Es evidente que llegamos a la universidad tras cubrir los requisitos educativos básicos precedentes.

11. Un rápido vistazo de un minuto apenas es tiempo para revisar una documentación prolija. En una simple hoja debemos realizar un compendio e toda la información.

12. Cada oferta laboral debe ir de la mano de un currículo especializado. Tener un CV para todo restará puntos y no se adaptará a la perfección a cada puesto.

13. La ortografía y la gramática son fundamentales, así como la redacción y la configuración del texto. Si anunciamos a bombo y platillo que dominamos la ofimática y nuestro currículo tiene las sangrías descompensadas flaco favor nos hacemos a nosotros mismos. De entrada parecerá, a todas luces, que hemos “inflado” nuestro potencial.

14. Igualmente, si envías el currículo impreso, cuida que no tenga ninguna mancha, sea perfectamente legible y no esté arrugado. Una imagen vale más que mil palabras, no lo olvides.

Consejos para preparar tu currículum vitae

Crear un currículum paso a paso

1. La elección del formato

Quizás aún no tienes muy claro cómo estructurar el contenido de tu carta de vida profesional pero podemos comenzar por su aspecto. Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, disponemos de páginas web y aplicaciones que configuran la creación de cualquier tipo de currículo.

Estas plataformas recogen la información que aportamos y la organizan mediante parámetros preinstalados. También disponemos de plantillas gratuitas en múltiples espacios virtuales.

Lo ideal es iniciar un documento en blanco y dar forma poco a poco a nuestro currículo, ya que eso nos va a permitir corregir lo que no nos convence, editar aquello erróneo o que no nos gusta y finalmente darle el formato de aspecto que más nos representa o que es ideal para la oferta de trabajo a la que optamos.

Debemos tener en cuenta que, actualmente, el envío de los currículos acostumbra a realizarse por vía electrónica, por lo que el documento final debería enviarse en PDF. Esto impide que debido a la configuración de programas o sus diferentes versiones lo que inicialmente era un documento atractivo aparezca como una amalgama, confusa y desordenada, de datos y colores.

2. Estructuras fundamentales

Está en nuestra mano decidir qué tipo de secciones incluimos en nuestro currículum, pero las más aconsejables incluyen los apartados de experiencia laboral y no laboral _en la que reflejaremos posibles colaboraciones en organizaciones profesionales, participación comunitaria o proyectos paralelos_, educación y titulaciones, datos personales básicos _nombre, teléfono, correo electrónico y población_, intereses y habilidades _principalmente las menos comunes_.

Organizar toda esta información no es tarea sencilla, pero siguiendo unas pautas básicas podremos dar forma a una estructura exitosa y de contenido interesante.

La opción más común a la hora de confeccionar el apartado de la experiencia laboral es seguir el orden cronológico inverso de nuestra vida profesional. De este modo, situaremos nuestra experiencia más reciente en lo alto de la lista.
Esto significa que daremos prioridad a nuestro desarrollo laboral por encima de la formación profesional que tenemos, de manera que también evidenciaremos la evolución de nuestro perfil en los diferentes puestos ocupados.
Llegados a este punto cabe señalar una excepción. Si a lo largo de nuestra trayectoria laboral retomamos algún tipo de formación reglada importante o nuestra última experiencia en el mercado activo no cubre las expectativas para la actual oferta o va en detrimento de nuestras capacidades es aconsejable, debemos plantearnos modificar el orden de nuestro diseño.

Así, daremos prioridad a la evidencia de una mejora en la formación o nuestras mejores habilidades y éxitos profesionales.
Existen dos opciones de currículums que no son las habituales por sus particularidades, pero que cabe reseñar para casos especiales o cuyas características los hacen peculiares y pueden perder puntos en un proceso de selección de no ser explicados detalladamente.

El currículum funcional o de habilidades. Su uso no está muy extendido, ya que es un recurso empleado por trabajadores que realizan un cambio de profesión o con una vida laboral muy limitada o compleja. Se fundamenta en la enumeración de habilidades posicionándolas por encima de la experiencia laboral y la educación.
El currículum combinado. En este tipo de estructura se imbrican el currículum cronológico inverso y el currículum basado en habilidades. Estas últimas aparecen destacadas inicialmente, pero cubre en igual cantidad los apartados de experiencia y formación.
La elección de estos dos formatos exige un conocimiento complejo sobre la co-relación de apartados. Ambos pueden ser difíciles de entender debido a la complicación de hilar conexiones y carecer de un entorno completo del trabajo.

Además, este tipo de formatos puede dar a parecer que se da prioridad a una pantalla de humo que pretende ocultar algún tipo de carencia o problemática a nivel profesional, lo cual no es necesariamente cierto.

3. La fotografía

Una imagen vale más que mil palabras, por eso la elección de la fotografía que insertemos en nuestro CV es fundamental.
Una fotografía profesional, con la correcta iluminación y nitidez, en la que nos mostremos de frente y con expresión afable sin complementos que tapen nuestros rasgos ni provoquen sombras es la mejor opción.

El encuadre del rostro en detrimento de medio torso o cuerpo entero es lo indicado para este tipo de documentos, que podremos compartir en redes sociales, webs o blogs que gestionemos. Un aspecto profesional nos abrirá muchas puertas, ya que tres cuartas partes de los reclutadores consultan en la red los datos e imágenes existentes de cada candidato.

4. Datos personales

Puede parecer evidente, pero no todo el mundo tiene claro que debemos incluir nuestros datos para optar a un puesto de trabajo. No solo por resultar una vía de contacto, sino porque nos confiere una imagen real y localizada.

Tal y como comentábamos, es conveniente apuntar nuestro nombre completo y apellidos. Aunque tu entorno familiar y social te conozca con el apodo de Tonecho es mejor que obvies ese dato y te presentes como Antonio, añadiendo a continuación, como mínimo, un apellido.

La edad, fecha de nacimiento, DNI o dirección completa no es un requisito imprescindible ni necesario para tu candidatura. Esos datos no son necesarios para la empresa hasta el momento de la firma del contrato y pertenecen a tu privacidad.

La dirección de correo electrónico o el número de teléfono son fundamentales. Establecen la vía de contacto entre el seleccionador y nosotros. Huelga decir que la dirección de e-mail debe ceñirse a criterios de seriedad.

Imaginemos que nos llamamos Antonio Pérez Vázquez.

Podemos crear una cuenta que se llame antonio.pe.va@correo.es o a.perez@mail.com, por ejemplo.

Bajo ningún concepto proporcionaremos a la empresa una cuenta con palabras inapropiadas del tipo tonemachote69@correo.es o cachondoxxx@mail.es

5. Redes sociales profesionales, páginas web y blogs.

Un dato interesante a aportar que podemos indexar en nuestros datos personales son enlaces directos a webs, blogs o redes sociales profesionales. LinkedIn, Twitter o algún tipo de publicación web complementará a la perfección tu imagen siempre y cuando el contenido sea estrictamente profesional.

6. Un título descriptivo

Una frase de cabecera, un título o una brevísima presentación sobre tus mejores habilidades profesionales pueden dar visibilidad al currículo y hacernos ganar puntos ante los seleccionadores.

No se trata de escribir una loa a nuestro carácter: “amable, serio, compañero de mis compañeros…” sino de resaltar nuestras mejores capacidades mediante el uso de algunas palabras clave.

Por ejemplo, si tu candidatura es a un puesto de márketing puedes definirte como “community manager, especialista en SEO y Márketing de Contenidos”. Desde luego, estas habilidades no te resultarán útiles si tu intención es forma parte de un medio periodístico como redactor de sucesos, de ahí la importancia de adecuar el CV a cada oferta.

7. Experiencia laboral

En algunos casos, esta sección puede ser la más relevante del currículo, bien sea porque se opta a un puesto de trabajo estando desempleado o porque se pretende cambiar de trayectoria o enfoque profesional.
Será el trabajo que hayamos desempeñado y nuestros resultados en el mismo lo que les dará a los reclutadores una idea de nuestro tipo de perfil laboral, siendo incluso de mayor valor que la formación que hayamos recibido, de ahí que se recomiende situarla por encima de la formación.

Es por esa importancia que podemos generar dos apartados diferentes en los que dividiremos nuestros logros como “Experiencia relevante” y “Experiencia complementaria”, dando mayor énfasis a aquellos trabajos en los que nuestros logros o naturaleza pueden resultar atractivos.

Estructuralmente hablando, el currículum debe seguir unos criterios de orden y máximo en el apartado de experiencia laboral. Así, pondremos un título a cada trabajo _suele reseñarse el puesto desempeñado o la función_, la empresa, junto con su ubicación, y el tiempo en que lo desempeñamos.

En el apartado inferior abriremos entre dos y 4 etiquetas donde anotaremos una breve explicación sobre las características del trabajo realizado, las habilidades que desempeñamos, herramientas y resultados.

Ahí debemos ser hábiles y concentrarnos en resaltar aquellas responsabilidades que obtuvieron mejores resultados, las que nos posicionan en mejor lugar en la oferta a la que optamos y las de mayor impacto profesional.

En definitiva, enumerar los logros, tanto cualitativa como cuantitativamente. A continuación te mostramos un ejemplo:

Responsable de marketing online y community manager.
DRAGSA – 6/2000 – 3/2015

• Gestión de campaña de marketing y promoción en redes sociales.
• Posicionamiento SEO y SEM
• Gestión de contenidos de la versión en español de la página web corporativa
• Elaboración de informes de métricas de audiencia.

Es importante redactar el currículum con base en las líneas temporales que reflejamos. Es decir, aquellos trabajos que desarrollamos en tiempo pasado deben llevar el verbo conjugado de igual manera, mientras que las labores actuales irán definidas por verbos en presente.
Igualmente, los términos verbales utilizados para describir nuestros roles deben ser de acción, en positivo.
Si tu currículum empieza a ser prolijo en experiencia y te preocupa excederte realiza una criba de importancia o de antigüedad. Quizás los trabajos más antiguos o repetidos puedan eliminarse, o no sean los más reseñables de cara a impresionar a los seleccionadores.

¿Debo incluir el trabajo de voluntariado?

Dependiendo de la solidez de nuestra hoja de vida laboral puede sumar puntos mostrarse más completo, apasionado y trabajador. Incluir un apartado de “Experiencia de voluntariado” o “Proyectos especiales” puede aportar información sobre habilidades adquiridas o la realización de prácticas que consolidasen la formación.
Además, si aún no tenemos experiencia en el campo laboral puede ser una herramienta muy útil resaltar las actividades realizadas y enmarcarlos en una estructura similar a la explicada para el apartado de experiencia laboral.

Si no lo has hecho antes y lo necesitas para el voluntariado o para aplicar a algún nuevo empleo, te dejamos unos consejos acerca de como solicitar la vida laboral. Esperamos que te sirva.

8. La importancia de la formación

En lo que respecta al apartado de formación, suele situarse bajo la experiencia laboral, e incluso debajo de las habilidades o de los trabajos de voluntariado. Es en el caso de acabar de conseguir nuestra titulación que situaremos la formación profesional al principio de todo.

Como comentábamos en apartados anteriores, es evidente que si posees una formación universitaria has tenido que acudir previamente a centro educativo y tener estudios secundarios obligatorios, de ahí que sea esta última sea una información a omitir en nuestro documento.

Sí son reseñables las tesis que hayamos escrito, así como honores, premios o logros notables a lo largo de nuestra formación. También tienen cabida cursos, posgrados y otras certificaciones que darán fe de los conocimientos adquiridos y nos capacitarán para el puesto.

9. Habilidades y conocimientos complementarios

Si bien este apartado no suele gozar de una buena reputación, sí es fácilmente identificable como un apunte en el que cualquier reclutador puede analizar si el candidato se adapta al perfil requerido para el puesto.

Por otra parte, los sistemas automáticos de seguimiento de candidatos realizan una criba con algoritmos que nos pueden hacer superar esa primera selección al incluir palabras clave en lo que respecta a la formación.

En esta sección tienen cabida los conocimientos adquiridos y certificados sobre los idiomas, pero debemos mencionarlos según los parámetros dictados por el Marco Común Europeo de referencia para las lenguas.

Las referencias que utilizaremos atienden a los criterios educativos oficiales, es decir, haremos mención a los conceptos B1, B2, C1, etc. en lugar de “nivel intermedio” o “nivel alto”. Si tan solo se poseen conocimientos básicos es mejor omitirlo y no evidenciar una falta de formación al respecto, ya que puede ser perjudicial.

Por lo general, el grupo de habilidades y conocimientos extracurriculares estará ubicada al final de nuestro documento, salvo en aquellos casos en que basemos nuestra hoja de vida laboral en nuestras habilidades u optemos a un cambio en nuestro perfil profesional.

Dentro de la formación complementaria que podemos aportar seleccionaremos aquella que destaque por su especificación. Por ejemplo, tener formación acreditada sobre SEO o JavaScript es más atractivo e interesante que alegar conocimientos sobre gestión de tiempo o, simplemente, ofimática.

Pautas para redactar un currículo

1. Lo bueno, si breve, dos veces bueno

Un currículo breve y conciso resulta más atractivo y exitoso que un relato farragoso sobre nuestros éxitos y experiencias. Lo ideal es recurrir al uso de frases cortas y a resúmenes de las habilidades o tareas.
Por ejemplo, si en tu anterior empleo realizabas “publicaciones en redes sociales y respuesta a la interacción con los seguidores” puedes simplificarlo describiéndote como “responsable de redes”. Recuerda que en unos pocos segundos cualquier seleccionador debe visualizar aquello que te hace idóneo para el puesto.

2. La sencillez es un grado

El excesivo uso de tecnicismos innecesarios o la prosa rebuscada solo llenará el documento de palabras que no sirven para nada más que para generar en el seleccionador la sensación de pérdida de tiempo.
Además, independientemente del cargo que ocupen dentro del departamento de RRHH no todo el mundo tiene la formación requerida para comprender términos específicos de cada área. Están allí para seleccionar perfiles, no para entender de todo.
El uso de un lenguaje sencillo sumará valor a tu candidatura al resultar un candidato claro que es capaz de transmitir sus capacidades a cualquier interlocutor.

3. Palabras clave

Definimos como palabras clave aquellos términos que son más utilizados en las búsquedas sobre determinadas temáticas o áreas. Utilizar en la confección del currículo las palabras claves relacionadas con tu trabajo o formación hará que tenga mayores posibilidades de pasar la criba, ya sea informática o personal.

4. Evita la repetición

La duplicidad de datos o repetir varias veces la misma información no sirve de nada ni clarifica tu capacidad, todo lo contrario, la economía es un factor positivo que te permitirá dar cabida a más datos y ampliar tu bagaje.

5. El arte de escribir

Aunque parece algo evidente, cabe recordar que una ortografía correcta y un buen uso de la gramática son fundamentales a la hora de redactar un documento de esa categoría. Un currículo que contenga faltas de ortografía o el uso de expresiones incorrectas es un claro pasaporte al fracaso.

Y es que, ¿quién querría un SEO que no conoce las normas escriturales? ¿Qué tipo de profesional no conoce las reglas ortográficas? Y, lo que es más importante, con los avances tecnológicos actuales y los análisis ortográficos de texto, ¿qué impresión da alguien que no se ha molestado en corregir lo que ha escrito?

Otro aspecto a tener en cuenta es la letra. Existen muchos tipos de letra y muy interesantes, pero desde luego una empresa tendrá más en consideración a un candidato que utilice la fuente Arial que la Comic Sans, por ejemplo.

Los errores más comunes en la redacción de un currículo

En un estudio reciente realizado entre reclutadores y miembros de diferentes departamentos de RRHH con perfiles en LinkedIn se ha llegado a la conclusión de que los errores más frecuentes cometidos a la hora de redactar nuestro CV son los siguientes:

  • Situar la formación por encima de la experiencia cuando ya tenemos una vida laboral que reseñar.
  •  Documentos complejos en cuanto a lectura y comprensión, con demasiados párrafos y falta de elementos de aire (huecos entre los textos) que dificultan la lectura.
  •  Relación de funciones que no son inherentes al puesto y que no aportan información.
  •  Incluir demasiados datos personales, como la fecha o lugar de nacimiento, el estado civil o el piso en el que se reside.
  •  Elegir una foto desactualizada o aportar una dirección de correo poco profesional.
  •  Currículum generalista utilizado para cualquier oferta profesional.
  •  Escaso desarrollo de las capacitaciones especializadas.
  •  Documentos de tres o cuatro folios de extensión con la realización de todo tipo de cursos de lo más variopinto e irrelevantes para el puesto.
  •  Ausencia de logros profesionales reflejados en el documento.
  •  No acompañar el currículo con una carta de motivación, o presentación, personal en la que se muestre interés por el puesto.
  •  Enviar el CV en cualquier formato diferente a PDF.

De la mano de las nuevas tecnologías

Aunque todo el mundo pensaría en una hoja de papel en la que figurasen las estructuras anteriormente mencionadas si hablamos de curriculum vitae, hoy en día las plataformas informáticas permiten aportar hojas de vida laborales más sugerentes, interesantes y visuales.
Puede resultar interesante profesionalmente hablando tener distintos formatos para enviar el currículo en función de las características de cada uno de los puestos a los que queremos estar. De ese modo, además del formato PDF, podemos editar nuestro currículo en un vídeo o una presentación online.

Videocurrículo

El vídeo presentación mostrará nuestra soltura y nos presentará directamente a la candidatura. Sin duda, nos hará destacar del resto, diferenciándonos y alcanzando uno de los principales objetivos: individualizarnos de cara a superar el descarte.
Es importante asegurarse de que se trata de un vídeo bien hecho y correctamente editado que incluya todos los apartados que el currículum vítae escrito. En internet encontraremos múltiples ejemplos a seguir que nos darán unas pautas mínimas de presentación.

Currículo infográfico o currículo web

Si lo que pretendemos es darle un ángulo creativo a nuestro documento o queremos postular para un puesto creativo, este es nuestro currículo. Formateado visualmente, puede elegir un orden cronológico inverso o basarse en las habilidades para la estructuración de la información.

Este estilo imbrica gráficos, colores, fuentes exclusivas y elementos multimedia para empoderar la información que le aportamos y hacerla más llamativa y clarificada. Debemos tener en cuenta que muchos de sus elementos pueden resultar ilegibles para un sistema automático de selección.

Es por ello que elegiremos este formato cuando estemos seguros de que será un ser humano quien lo revise antes de proceder a descartarlo o considerarlo.

Profesional no significa aburrido

En resumen, un buen currículum vítae es aquel que, como la buena comida, entra directamente por los ojos. Por ello, un diseño innovador y, por qué no, atrevido, no está reñido con un currículo profesional válido.
Nuestra intención es que el documento que sirve de tarjeta de presentación sea atractivo y visual sin llegar a resultar extravagante, a no ser que la ocasión lo requiera.

Es una realidad que, hoy en día, entregar un currículo sobrio redactado en Word con un simple texto tiene todas las rifas para terminar de cabeza en la papelera. Sin duda cualquier seleccionador de personal nos describiría como anticuados y aburridos de un simple vistazo.

Además de tan negativa valoración, es posible que la persona encargada de seleccionar al candidato no tenga ganas de leer algo tan soporífero. De ahí que tengamos que crear un currículo visualmente atractivo y que cause impacto.
En este caso, el diseño debe estar al servicio de los datos. Existen múltiples plataformas que nos permitirán configurar el CV ideal en unos breves y sencillos pasos de forma intuitiva aportándole los datos de nuestra formación, experiencia y habilidades.

Creativo y escaneable

El objetivo es captar la atención en un primer vistazo, de ahí que la recomendación sea una buena estructura de contenido que deje espacios en blanco entre los apartados para distinguirlos entre sí.
Otro recurso con buenos resultados es incluir títulos, subtítulos y palabras en negrita que destaquen sobre el resto del texto.

Más de dos colores no es elegante

Existe una premisa en el mundo del protocolo en cuanto a indumentaria para un evento oficial que estipula que más de dos colores no es elegante y esto es extensible a nuestro proyecto.

Lo ideal para el fondo de nuestro documento es el blanco o los tonos muy claros que permitan resaltar el texto. Da mayor imagen de limpieza y claridad a nuestro currículum.

El uso de colores, por lo tanto, debe ser el menos variado posible. Así, dejaremos el blanco o los claros para el fondo, el negro o gris oscuro para el texto y dos colores para dar impacto y visibilidad creativa al currículo.

Un currículum no deja de ser un texto vivo que camina parejo a nuestras experiencias y formación. De ahí que, aunque no es necesario repetir todo este proceso cada vez que queramos optar a una entrevista de trabajo, sí es conveniente actualizarlo debidamente.

Quizás resulte interesante cambiar el orden, agregar o quitar elementos, o incluso probar una mayor o menor creatividad en formatos nuevos. Independientemente del fin que alcance cada uno de los CV que enviemos, su correcta configuración nos encamina, sin duda, al éxito.